Cuando era soltera vivía en la casa de mis papás con mis dos hermanas yo soy la de en medio y nos hacíamos bromas bastante pesadas, una vez pusimos tierra de maceta en la cama de mi hermana menor haciéndole pensar que era tierra de panteón pues días antes jugamos la ouija, otra vez pusimos una pastilla roja en el grifo de la llave para que pareciera que salía sangre realmente, cuando mi hermana mayor fue a lavarse las manos emitió un grito de terror que nos puso los pelos de punta, y cuando se dio cuenta que era una broma, casi nos quería ahorcar, pero bueno así somos en mi familia, nos gusta jugarnos bromas bastante pesadas y bromear con ese tema de lo paranormal, pero a pesar que nos gusta bromear con eso nunca habíamos tenido ninguna experiencia como la que a continuación relataré:
Era un día cualquiera de octubre, el ambiente se sentía bastante diferente, era como nublado pero no hacía frío y dicen que las lunas más bellas son las de octubre, a mí me encantaba estar sola en casa y mirar por la ventana en las noches, ya se sentía la víspera del día de muertos que se celebra en México los dos primeros días de noviembre y me gustaba dormir con la ventana abierta para percibir el ligero perfume de la flor de cempasúchil que se da en un campo cercano a mi casa. Yo dormía plácidamente descobijada en mi recamara a diferencia de mis hermanas que cerraban con la ventana y se cobijaban muy bien porque eran muy friolentas.
Esa mañana me levanté y por alguna razón la ventana estaba cerrada, supuse que alguna de mis hermanas me quería jugar alguna broma de tantas, así que en el desayuno pregunté quien había entrado a mi recamara y cerrado la ventana en la madrugada, a lo que las dos me contestaron al unísono –yo no- no les creí obviamente y de alguna forma yo les haría una broma mucho peor, pero tendría que esperar ya que ese día mis padres habían organizado una salida a un restaurante donde servirían comida china, a mí no me gusta la comida china así que hice el berrinche de mi vida y dejé que ellos fueran sin mí, total no me perdía de nada bueno.
Al día siguiente volví a encontrar la ventana de mi recamara cerrada esta vez no iba a tolerar una respuesta negativa, tenían que decirme quien era la que cerraba la ventana desde hacía dos noches pero al bajar al comedor estaban todos en silencio y mi hermana menor tenía lágrimas en los ojos, pensé que algo les había pasado la noche anterior así que pregunté qué había pasado y mi hermana mayor se levantó, encendió el televisor y reprodujo un disco que estaba puesto; en ese video estaba yo en la casa, acostada en mi cama, después aparecía un cambio de cámara y estaba la cocina pero al cambiar nuevamente la cámara a mi alcoba, claramente se podía ver algo desde la ventana arrastrándose hacia mí mientras yo dormía, era lo más parecido a una mujer que le faltaban la mitad de las piernas y tenía el cabello largo, y se subía a mi cama, quedándose ahí, mi hermana adelantó el video hasta que las 6 de la madrugada y esa cosa salía arrastrándose de la alcoba hasta la ventana y justo después esta se cerraba de golpe.
Yo me quedé sin palabras pero a la vez no lo creía pues mis hermanas eran tan bromistas que bien pudieron hacer un montaje en video para que pareciera real, pero las lágrimas de mi hermana menor me hacían dudar.
Me explicaron que justamente querían espiarme para probar que era yo quien cerraba la ventana en las noches, pues cuando tenía ocho años era sonámbula, pero que esto que vieron no lo pueden explicar, mis padres no dijeron ninguna palabra de esto y yo obviamente no sabía que decir ni que hacer, por lo pronto nos prohibieron volver a bromear de esta forma.
Y esa es la historia, ahora duermo con las ventanas cerradas y no he vuelto a hacer alguna broma pesada con el tema paranormal.
By Citlalmina Atl