Me desperté a medianoche tenia mucha sed, recuerdo que mi
esposo me había contando alguna leyenda
acerca de eso, pero no la recuerdo ¡Mi memoria de teflón¡ ¡Como sea Tengo sed!
Me me puse las sandalias y caminé hasta la cocina a buscar
agua no aguantaba esa sed me mataba esa resequedad en la boca no podía esperar
más para probar ese frescor liquido en mi boca,
llegué a la cocina, tome un vaso para servirme agua, de repente miré de
reojo una sombra que estaba a al lado mío cuando giré la cabeza para mirar bien
no había nada, me serví agua rápido y al dar la vuelta no creía lo que estaba
frente a mi, había un niño de no más de
diez años parado en la puerta de la cocina con un jarrón de barro en sus manos
y me dijo con una voz cavernosa como con eco -Tengo sed- y me estiraba los
brazos con el jarrón vacío, roto y muy
gastado.
No podía creer lo que estaba viendo del susto tiré el vaso y
desperté a mi marido quién rápidamente fue a ver que pasaba y cuando encendió
la luz, el niño desapareció; le dije lo que vi, me miró como diciendo "te
lo dije" y tomó la jarra con agua y un vaso y lo llevó a la recamara sin
decir una sola palabra, ahí pude tomar el agua tranquilamente y me dormí.
Al día siguiente cuando nos despertamos mi esposo me dijo:
-¿Que no te sabes la leyenda?-
Le contesté -¿Cual leyenda? -.
Cuando te duermes con sed y te levantas de
madrugada invocas al niño con el jarrón
Cuenta la leyenda que ese niño era muy travieso y pocas
veces hacia caso a sus padres, una vez dejó salir el ganado de sus padres
haciendo que se perdiera por todo el bosque, tardaron días en encontrar a todos
los animales y el niño para no recibir ningún castigo huyó lejos de la granja llevando
consigo únicamente un jarrón con agua, caminó hasta llegar a una parte
desértica en donde solo había una casucha, fue ahí donde pidió agua pues ya se
le había acabado la que llevaba pero la persona que moraba esa casa era muy
malhumorada y miserable así que le negó el agua, el niño quiso regresar pero no alcanzó a llegar a su casa, lo
encontraron muerto en medio del desierto. Y por eso el fantasma de ese niño aún
vaga solo cuando alguien tiene mucha sed y se levanta en la madrugada él
aparecerá pidiendo agua queriendo saciar su sed infinita, pero por más que tu
vacíes agua en el jarrón que él te acerca nunca se podrá llenar, siempre
estarás tirando el agua al suelo y mientras te descuidas vaciando el agua, el
niño cambia de forma crece como dos metros de altura, se vuelve color negro con
rojo e intentará llevarte con él para siempre para que tu también sientas lo
que es tener sed infinita-.
Desde ese día tomo suficiente agua antes de dormir para no
volver a encontrar a esa pobre criatura que vaga con mucha sed, ahora el
problema es cuando tenga que salir al baño en la madrugada después de haber
bebido tanta agua, le preguntaré a mi marido si hay alguna creencia o leyenda
acerca de eso, no vaya ser que vea algo peor.
By Citlalmina Atl
Ya no voy a dormir con sed
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