EL SOTANO 7

No soy una persona asustadiza, me gusta caminar en la oscuridad, cuando bajo a revisar los sótanos no me llevo linterna porque prefiero tener las manos desocupadas en caso de que algún ratero este dentro y poder desarmarlo fácilmente, soy muy sigiloso, incluso cuando entro a mi casa nadie se da cuenta hasta que estoy dentro y me miran con sorpresa diciendo ¡No te escuché llegar! A veces lo hago a propósito para caerles en la movida.

Esto me ayudó mucho en mi profesión pues soy guardia de seguridad en una plaza comercial y por ser tan sigiloso me toca la revisión de todos los sótanos de la plaza, en ese lugar es más probable que entre algún ratero pues hay unas coladeras que dan justo a la calle.

A mi me gusta esconderme en la oscuridad y retar a mis ojos para acostumbrarlos a ver en lo más oscuro, de tanto que los he forzado ya no es necesario esperar a que se acostumbren, en cuanto se apagan las luces yo puedo mirar perfectamente y solo voy revisando cada rincón, he matado algunas ratas que entran por comida, pero esa noche vi algo que espero no volver a mirar, incluso ya hasta cargo con mi linterna por si acaso.


¿Los ladrones? Esos son lo que menos me preocupan, solo espero hasta jubilarme ya me faltan tres años y me libro de este espanto, te lo contaré pero debes tener mucho cuidado porque con el simple hecho de nombrarla ella vendrá a verte, se esconde en las sombras.


Esa noche yo caminaba sumergido en la oscuridad decidido a matar esa rata que días atrás se me escapó, así que cualquier ruido era indicio para encontrarla de repente escuché un sonido como de metales golpeándose me pusieron alerta así que me pegué a la pared y busqué el origen, era en las escaleras que llevan directamente al sótano 7, corrí, sabia que la rata estaría ahí me armé con un tubo y bajé las escaleras del último sótano y a pesar de la oscuridad mis ojos podían ver cada movimiento de mis pies, cada paso que daba, hasta que el sonido cesó y me quedé esperando que saliera la rata, pero cual fue mi sorpresa que al bajar del ultimo escalón volví a escuchar ese sonido justo detrás de mi y cuando giré mi cabeza vi algo horrible.

Estaba sobre el barandal una niña como de nueve años de edad pero no se le veían los pies, solo en tronco y era eso lo que se escuchaba que pegaba, ella brincaba sobre el barandal golpeando su hueso de la cadera con el metal de la barandilla y su cabello era muy largo que apenas se podía ver su cara, me alisté para correr pero cuando di la vuelta ella estaba enfrente de mi, ahora ya media como dos metros de altura o tal vez fue por el espanto que la vi más grande, el cabello largo le llegaba hasta los talones y sus brazos apuntaban hacia mi como queriendo tomarme del cuello lo raro fue que sus pies estaban al revés, es decir sus pies apuntaban hacia atrás de ella pesar de que su cara me estaba mirando y tu te imaginas alguien caminando con los talones hacia enfrente, el trabajo que cuesta caminar hacia atrás, pues su forma de caminar me dio escalofrió, se movía rápidamente pero con pausas muy cortas yo solo cerré mis ojos y grité como nunca en mi vida lo había hecho.


Cuando desperté estaban mis dos compañeros guardias dándome palmadas en la cara para que reaccionara y ya casi estaba amaneciendo, obvio no les conté lo sucedido, pensarán que estoy loco.

Hace dos días tuvimos reunión de equipo y empezaron con las historias sobrenaturales y uno de ellos dijo que sí había visto algo en el sótano 7 pero subió corriendo en las escaleras, otro de ellos dijo que es una niña como de entre ocho y diez años que falleció en la obra negra, cuando estaban construyendo la plaza ella venia con su mamá a dejarle comida a sus familiares que trabajaban en la obra y que estaba jugando entre la construcción y cayó desde unas escaleras de madera provisionales, se dislocó la cadera y por desgracia falleció en el lugar.


Así que si te encuentras en alguna plaza comercial evita ir al sótano 7 porque ahí te estará esperando el fantasma de esa criatura.





By Citlalmina Atl